Génesis 1
- 26. Y por fín dijo: HAGAMOS AL HOMBRE A IMAGEN Y SEMEJANZA NUESTRA ; Y DOMINE A LOS PECES DEL MAR, Y A LAS AVES DEL CIELO, Y A LAS BESTIAS Y A TODA LA TIERRA, Y A TODO REPTIL QUE SE MUEVE SOBRE LA TIERRA.
Génesis 2
- 7. Formó pues el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, y le inspiró en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre viviente con alma racional.
- 18. Dijo asimismo el Señor Dios: NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO: HAGÁMOSLE AYUDA Y COMPAÑÍA SEMEJANTE A ÉL.
- 21. Por tanto, el Señor hizo caer sobre Adán un profundo sueño; y mientras estaba dormido, le quitó una de las costillas, y llenó de carne aquel vacío.
- 22. Y de la costilla aquella que había sacado de Adán, formó el Señor Dios una mujer, la cual puso delante de Adán.
El hombre
Dios nos formó de los mismos materiales de la tierra, nos dio espíritu de vida, alma y el dominio sobre la creación y los animales. Para nuestra ayuda y compañía, formó a la mujer, la que nos puso por delante para nuestra complacencia.
A ella no le entregó nada diferente a su existencia, la que proviene de nosostros.
La mujer
Somos el pináculo de la creación, por eso gozamos de espíritu de vida y alma superior. Dios nos hizo de un material fuerte y duradero, no del lodo que pronto se derrumba.
La ineptitud y debilidad del hombre justificó nuestra existencia. Él nos colocó delante de ellos para que nos siguieran con todos sus dominios.
Los animales
Dios formó al hombre para nuestra desgracia. Luego a la mujer, quien terminó cocinándonos.
Dios
¡QUÉ EMBARRADA!
JUAN CARLOS BECERRA HERMIDA
Marzo 1 de 2020
Buen punto de Vista jajaja al final la mujer siempre complementa todo
Me gustaMe gusta